Bajo el lema “Mirate”, el Servicio de Dermatología del Hospital Escuela de Agudos “Dr Ramón Madariaga” del Parque de la Salud lleva adelante una campaña de concientización sobre aspectos de la enfermedad de Fabry. La idea primigenia radica en la detección precoz con controles de la piel para el tratamiento de la patología. Se atenderá en consultorios del 14 al 18 de octubre de 2024. Sumate.
El Servicio de Dermatología del Hospital Madariaga invita a la comunidad a participar de la campaña de detección de angioqueratomas en enfermedad de Fabry, se trata de la Campaña MIRATE!. Durante este mes se harán difusiones en varios estadíos y redes sociales para llegar a toda la Provincia con la idea de concientizar y que la gente se sume a los controles para la detección de esta patología que tiene además manifestaciones en la piel, a través de angioqueratomas.
La enfermedad de Fabry puede darse en varios miembros de una misma familia, se produce por déficit de la enzima alfa galactosidasa y produce síntomas muy diversos y graves si no se tratan. Entre ellos, lesiones rojo oscuras en la piel, en región abdominal, alrededor del ombligo, genitales, boca etc que se llaman angioqueratomas.
La forma clásica de la enfermedad suele debutar en la infancia y puede manifestar todos los síntomas cutáneos, neurológicos, renales, cardiovasculares, cocleo-vestibulares y cerebrovasculares característicos de la enfermedad. Las pacientes femeninas pueden tener síntomas de muy leves a graves.
El dolor es un síntoma temprano común (dolor crónico caracterizado por parestesia quemante y hormigueante y crisis episódicas ocasionales) pero puede disminuir en la edad adulta. Puede ocurrir anhidrosis o hipohidrosis causando intolerancia al calor y al ejercicio. Otros signos incluyen angioqueratoma, depósitos corneales, tinnitus, hipoacusia, cansancio, anomalías cardíacas y cerebrovasculares (hipertrofia ventricular izquierda, arritmia), disnea y enfermedad renal crónica. La forma de inicio tardío comienza en la edad adulta y, en tales casos, la afectación cardíaca es la característica predominante.
En lo que respecta a las manifestaciones cutáneas, la enfermedad de Fabry produce lesiones vasculares llamada angioqueratomas, principalmente en las regiones entre el ombligo y las rodillas (más comúnmente en las caderas, espaldas, muslos, nalgas, penes y escroto) por lo general, simétricas y bilaterales. Estas lesiones aumentan con la edad de acuerdo a la severidad de la enfermedad.
Síntomas
Varían de persona a persona. Los síntomas tienden a aparecer a una edad más temprana en los niños que en las niñas. Los primeros síntomas (los que a veces aparecen en la infancia) incluyen:
Dolor y malestar en las manos y los pies, a menudo provocados por temperatura ambiental caliente o fría o por ciertos tipos de ejercicio
Pequeñas manchas rojas o moradas con relieve (angioqueratomas) que aparecen sobre todo en el área entre el ombligo y las rodillas
Una disminución en la capacidad de sudar que causa ‘sobrecalentamiento’ y una menor tolerancia al calor
Cambios en la córnea del ojo, sin que la visión se vea afectada.
A medida que la enfermedad de Fabry progresa, pueden aparecer síntomas adicionales, incluyendo:
Fatiga (a menudo extrema)
Calambres abdominales
Movimientos intestinales frecuentes poco después de comer
Diarrea
Dolores de cabeza
Reducción de la capacidad de oír frecuencias altas o tinnitus (zumbido en los oídos)
Hinchazón de los tobillos
Dolor en el pecho o palpitaciones
Diagnóstico
En los hombres, el método más eficiente y confiable para diagnosticar la enfermedad de Fabry es un examen de sangre para la demostración de la deficiencia de la actividad de enzima alfa-galactosidasa, o alfa-GAL, en el plasma, leucocitos, lágrimas o fibroblastos de la piel.
Si tenes o conoces a alguien que tenga este tipo de lesiones, acércate sin turno al servicio de Dermatología del Hospital Madariaga en el sector verde de la planta baja del 14 al 18 de octubre de 8 a 11 hs.
Día Mundial de la dermatitis atópica
El 14 de septiembre es el Día Mundial de la Dermatitis Atópica, y el Parque de la Salud une sus fuerzas para crear conciencia sobre la enfermedad y visibilizar la carga física, económica y psíquica que supone para quienes la padecen y sus cuidadores.
Por ello el Hospital Madariaga se suma este mes a potenciar los cuidados de la piel e incorporar controles periódicos del órgano más grande que tiene el ser humano.
¿Qué es la dermatitis atópica?
La dermatitis atópica o eccema atópico es una enfermedad inflamatoria crónica de la piel, caracterizada por una picazón intensa en cualquier parte del cuerpo, asociada con lesiones cutáneas y heridas.
No es contagiosa y puede ser hereditaria, debido a que ambos progenitores o solo uno de ellos ha padecido de dermatitis atópica. Aproximadamente el 60% de los casos es diagnosticado durante el primer año de vida, afectando a niños y adultos.
Algunas de las causas asociadas con esta patología son de tipo ambiental, como frío, cambios bruscos de temperatura y polvo. Por otra parte, puede tener incidencia el uso de tejidos sintéticos y detergentes agresivos.
Los principales síntomas de la dermatitis atópica son los siguientes:
Manchas de color rojo o marrón.
Piel seca, agrietada o escamosa (xerosis).
Brotes recurrentes de eccemas.
Prurito (picor o picazón intensa).
En los bebés pueden aparecer pequeñas protuberancias en las mejillas.
Puede tornarse de moderada a severa, caracterizada por brotes intensos que puede comprometer el estado de salud del paciente, con patologías asociadas como asma, alergias, conjuntivitis alérgica, pólipos nasales y rinosinusitis.
Algunas de las consecuencias de esta enfermedad pueden afectar considerablemente la calidad de vida del paciente, tales como trastornos de sueño, distanciamiento social y en los niños puede afectar su rendimiento escolar.
Diagnóstico y tratamiento de la dermatitis atópica
El diagnóstico de la dermatitis atópica es efectuado por un médico especialista (dermatólogo), mediante una exploración de la piel, determinando los antecedentes personales y familiares del paciente sobre enfermedades atópicas.
Asimismo se pueden aplicar pruebas cutáneas para determinar la reactividad de la piel. En el tratamiento de esta patología la principal recomendación es tener una buena higiene de la piel, a fin de evitar su contaminación con bacterias. Acudir periódicamente al dermatólogo.