El consumo de una dieta equilibrada rica en frutas y proteínas magras y productos lácteos bajos en grasas ayudan a los pacientes trasplantados siguiendo una dieta que se traduzca en un peso saludable. Es vital el ejercicio físico siempre y cuando el profesional evalúe cada condición. Regular el consumo de ciertos alimentos debe ir siempre acompañado de un control médico previo.
En el Día Mundial de los Pacientes Trasplantados que se celebra cada 6 de junio, el Hospital Escuela de Agudos “Dr Ramón Madariaga” brinda detalles en específico sobre una alimentación saludable.
El Servicio de Nutrición del Hospital Madariaga y el objetivo de reconocer y honrar a las personas que han recibido trasplantes de órganos, así como para promover la importancia de la donación de órganos y tejidos, adjunta unos tips alimenticios.
Es una oportunidad, es menester reflexionar sobre la importancia de la donación de órganos y el impacto positivo que puede tener en la vida de las personas.
La alimentación de los pacientes trasplantados es crucial para su recuperación y para el mantenimiento a largo plazo de su salud y del órgano trasplantado. Después de un trasplante, los pacientes deben seguir una dieta especial que se adapta a sus necesidades específicas y a los efectos de los medicamentos inmunosupresores que deben tomar para prevenir el rechazo del órgano.
Es aconsejable implementar las siguientes pautas:
Consumir una dieta equilibrada rica en frutas, verduras, granos integrales, proteínas magras y productos lácteos bajos en grasa para proporcionar todos los nutrientes necesarios.
Mantener un peso saludable implementando una actividad física en forma regular y constante, como las caminatas recreativas.
Incluir diariamente proteínas magras como pollo, pescado, huevos, legumbres y productos lácteos bajos en grasa.
Beber suficiente agua es fundamental, sin embargo, deberá cumplir con la indicación médica individualizada.
Controlar el consumo de sal, implementando condimentos aromáticos al momento de realizar las preparaciones como ser: orégano, albahaca, laurel, tomillo, perejil, romero, jugo de limón.
Consumir carbohidratos complejos como granos integrales y limitar el consumo de azúcares refinados
Limitar las grasas saturadas y trans, optando por grasas saludables presentes en el aceite de oliva, nueces y pescados grasos.
Los pacientes trasplantados deben ser especialmente cuidadosos con la seguridad alimentaria para evitar infecciones. Esto incluye lavar bien las frutas y verduras, cocinar completamente los alimentos y evitar productos lácteos no pasteurizados y carnes crudas o poco cocidas.
Evitar Alcohol y Cafeína en Exceso.
“Cada paciente es único, y las necesidades dietéticas pueden variar según el tipo de trasplante, los medicamentos específicos y otros factores de salud individuales. Por lo tanto, es fundamental que los pacientes trasplantados trabajen en estrecha colaboración con sus dietistas y equipos médicos para desarrollar un plan de alimentación personalizado que optimice su salud y bienestar”, resaltaron desde el Servicio de Nutrición del Hospital Madariaga..